Brújula Comunicación Estratégica

El poder de la empatía como relacionistas públicos

Desde este lado de la acera, un periodista y relacionista público debe tener la capacidad de “ponerse en los zapatos” de clientes, periodistas y compañeros de trabajo. Si lo hace ganará liderazgo, confianza, productividad, mejor capacidad para resolver conflictos y mejores relaciones interpersonales.

La experiencia de más de 13 años como periodista y los últimos siete como relacionista pública me han comprobado que levantar la voz no es sinónimo de imponer respeto, que enojarse con un periodista, no es el camino para lograr posicionar ante la prensa a mi cliente.

Por ello, el poder de la empatía en relaciones públicas es necesario practicarlo con ayuda de cinco claves:

Conozca su público de interés: Todas las personas somos distintas, por lo que sólo el tiempo le dará las pautas a seguir a la hora de establecer una conversación con su cliente, con un periodista o compañero de trabajo.

En Brújula lo tenemos claro, todos nuestros clientes aunque se desempeñen en negocios similares, todos son distintos, por lo que existe una línea de comunicación para cada uno de ellos. El respeto por el trabajo que desempeñan y sus responsabilidades nos hace ponernos en sus zapatos.

Observe y analice: En este trabajo como RRPP, la dinámica es similar a estar en una relación de pareja, se necesita entrenar el odio y adoptar el hábito de escucha. Cuando se hace se resuelven mejor los desafíos porque se ofrecen soluciones acopladas a la realidad.

Prepare su mensaje: Por naturaleza, el o la relacionista pública ya trae el chip de comunicar. Antes de emitir un mensaje y sobre todo aquellos que no son tan agradables hay que tomarse el tiempo para preparar lo que se va a decir.

Tolerancia: Nadie es el dueño de la razón. Tener la humildad de aceptar los errores hace a cualquiera mejor persona y profesional.

Trate a las personas como le gusta ser tratado: ¡Qué importante es el valor del respeto! Ser amable y gentil a la hora de comunicar, inclusive en plena crisis organizacional o mediática, es una de las claves para lograr un ambiente laboral agradable, saludable y exitoso.